martes, 26 de mayo de 2009

LAS NTIC Y SU RELACION ESPACIAL CON LA CIUDAD

METAMORFOSIS URBANA BAJO LOS EFECTOS DE LOS PROCESOS DE GLOBALIZACIÓN E INFORMACIONALIZACIÓN
Pregunta central: ¿cómo han sido caracterizadas las principales transformaciones urbanas y, en particular, metropolitanas, como consecuencia de los cambios en la organización económica y social resultante de los procesos de reestructuración, globalización e informacionalización? Especialmente la transformación de la estructura y el funcionamiento metropolitanos, incluyendo lo relativo a su morfología, estructuración socio-territorial y paisaje urbano, habida cuenta de la incidencia de factores tales como el aumento de la movilidad automotor y la generalizada difusión de las NTIC en el comportamiento locacional de las empresas y de las y familias. En ese análisis, habría que considerar la importancia que la literatura sobre el tema otorga a aspectos como ampliación del campo metropolitano externalidades, los factores que condicionan la atractividad urbana y, en especial, las peculiaridades de los fenómenos de metropolización, periurbanización y policentralización.
RESUMEN
Las profundas transformaciones económicas latinoamericanas desde la década del ´80 del siglo pasado, y en particular, su mayor inserción dinámica en los procesos de globalización, se debe en buena medida a la introducción de políticas libremercadistas y aperturistas y al desarrollo de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (Figueroa, 2005).
En este contexto las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC) han recibido una gran atención en los últimos años por su papel como sector motor de la economía del conocimiento. La producción y uso de NTIC se mide usualmente a escala de país o región, sin embargo, el uso de estos ámbitos agregados enmascara notables diferencias a nivel local. En este sentido el tema de las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC) y su relación con la ciudad, es uno de los puntos que ha emergido con la agenda de la ciudad contemporánea. Efectivamente, se afirma que la revolución tecnológica producida por la aparición de nuevos dispositivos de comunicación basados en la electrónica, y su consecuente reflejo en las actividades desarrolladas por los ciudadanos, tendrá un impacto similar al que produjo la revolución industrial a finales del siglo XIX. Con este marco general de referencia, este trabajo busca reflexionar sobre los principales cambios que las NTIC le implican a la disciplina del urbanismo, teniendo en cuenta que la revolución tecnológica de la electrónica trae consigo cambios urbanos similares en magnitud a los experimentados con el advenimiento de la revolución industrial. Esta reflexión se realizará teniendo en cuenta la etapa de reformulación por la que atraviesa la disciplina del urbanismo a nivel mundial y la búsqueda de un nuevo paradigma.
PALABRAS CLAVE: globalización, reestructuración, NTIC, ciudad.
1-Introducción
La aparición de la industrialización en el siglo XIX cuestionó el esquema físico de las ciudades medievales y las obligó a romper la muralla para responder a las interacciones nacidas del nuevo modelo de producción. De esta forma la ciudad se extendió y fue la figura del “ensanche” una de las primeras soluciones que desde el urbanismo se dio a la necesidad de articular el casco antiguo con una nueva ciudad que emergía más allá de los límites impuestos por la muralla. Como resultado el ensanche apareció como uno de los primeros intentos por racionalizar e institucionalizar la concepción y el desarrollo del crecimiento urbano, pero a su vez fue una respuesta de intervención física a la caída de un límite. De esta forma, la idea de límite va a ser importante para la concepción occidental de ciudad durante toda la etapa de industrialización. La ciudad industrial de esta segunda fase se caracteriza por tener un mayor grado de libertad. Al romper definitivamente con el esquema mercantil, esta ciudad complejizó la vida cívica con nuevos organismos arquitectónicos, nuevas tipologías y nuevos medios de intercambio y de transporte.
La idea que queda entonces de esta segunda fase de la industrialización es que la ciudad se erige como centro de actividades y relaciones sociales con un fuerte peso en el centro (localización de la industria), con una periferia excluida e invisible, y con un suelo virtualmente edificable .Este suelo edificable es el que confirma que la ciudad puede continuar expandiéndose. No es de extrañar, por consiguiente, que las ciudades estén en constante dispersión como lo afirma (De Mattos,2006).
HIPÓTESIS DE LA CONTRA-URBANIZACIÓN
“[…] el proceso de concentración demográfica y urbanización que caracterizó la industrialización no se volverá a repetir, ya que las innovaciones tecnológicas y la mejora de las comunicaciones abren una nueva fase en la evolución de las ciudades y en la jerarquía de los asentamientos. Se produce una redistribución de la población en dirección contraria a los procesos clásicos de concentración, favoreciendo la dispersión de la población desde las grandes ciudades hacia los pequeños asentamientos urbanos y áreas rurales”
Fuente: Diapositiva - De Mattos, 2006
2- La Globalización como Antecedente de cambio
Se considera así, que las profundas transformaciones económicas, sociales, laborales, institucionales y territoriales que afectan a nuestras sociedades desde hace ya más de tres décadas están generando nuevos problemas y retos, entre los que destaca las nuevas tecnologías de información y comunicación. Los procesos de reestructuración global, como consecuencia de la transición desde el régimen de acumulación fordista hacia una nueva fase del capitalismo, es calificada indistintamente como postfordista, neofordista, tercera revolución industrial, sociedad informacional. (De Mattos, 2002).- Fig. 1-4 . Estos procesos de reestructuración (o "ajuste" estructural) impulsaron una radical liberalización económica, basada en principios de subsidiaridad y neutralidad del Estado, que incluyó diversas medidas en materia de desregulación, privatización, apertura externa, flexibilización salarial, etc. Junto con los procesos de reestructuración, informacionalización y globalización se observan cambios estructurales significativos en los mercados de trabajo, tendientes a una progresiva terciarización del sistema productivo, hacia una economía de servicios. (Soja, 2000). Sin duda, los procesos de innovación tecnológica, reestructuración productiva y globalización económica causan importantes cambios espaciales que generan nuevas formas de organización del territorio. Esta profunda reestructuración urbana, que toca a (casi) todas las ciudades en el proceso de la globalización (Marcuse y Van Kempen,2000), establece una dialéctica compleja. En consecuencia, estos procesos de reestructuración en los que comenzó a jugar un papel clave la difusión y adopción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) significaron la progresiva incorporación de estos países a la dinámica de la globalización, sentando las bases para que se iniciara en ellos una nueva fase de modernización stricto–sensu capitalista. (De Mattos, 2002). Para Soja, hemos entrado en una era de capitalismo global, marcada por una nueva división del empleo en la que la producción industrial se ha distribuido por el mundo más que nunca antes. Estos fenómenos están favoreciendo la descentralización de poder, lo que está otorgando mayor capacidad de autogestión a las ciudades y las regiones. Como es sabido, la crisis y expansión de los asentamientos urbanos en el mundo es innegable, por otra parte Soja relaciona las fases macroeconómicas de crisis y expansión con la evolución urbana, utilizando como objeto empírico de estudio la ciudad de Los Ángeles - algo similar sucedio en la ciudad de Phoenix ( Film: The Urban Dessert ) . Por otra parte estima que la dinámica de desarrollo de esta urbe se corresponde con las diferentes coyunturas macroeconómicas de crisis y expansión de los últimos dos siglos. De esta manera, la ciudad de corte europeo, compacta y delimitada, que había prevalecido como referente idealizado hasta no hace mucho tiempo, está dejando paso a un tipo de imagen urbana de la que Los Angeles parece ser el paradigma más apropiado. Denominaciones como ciudad informacional (Castells 1989), ciudad global (Sassen, 1991), metápolis (Ascher 1995), ciudad postmoderna (Amendola, 1997), ciudad postfordista (Dematteis, 1998), postmetrópolis (Soja, 2000), ciudades en globalización (Marcuse y van Kempen, 2000), entre muchas otras, documentan los esfuerzos que se vienen desarrollando en pos de la identificación de las tendencias que estarían marcando el tránsito hacia la ciudad del futuro y de aprehender los rasgos y la conformación morfológica que la caracterizarían.
Además plantea la hipótesis de que el modelo clásico de evolución económica (que según él sigue las fases de expansión, crisis, reestructuración generada por la crisis y de nuevo expansión) está mutando en un nuevo y desconocido ciclo: desde la crisis energética de los 1970 , las ciudades y la economía atraviesan una etapa de rápidas y continuas reestructuraciones y adaptaciones sin conseguir asentarse en un nuevo ciclo de expansión. Es lo que denomina "crisis generada por la reestructuración" (Soja, Edward W.,2000).
En este sentido, cobra especial importancia sus últimos análisis sobre el urbanismo industrial, que pretenden entender la lógica geográfica y la anatomía resultante del capitalismo urbano industrial y su tendencia a producir y reproducir un desarrollo geográfico desigual. Estas corrientes destacan la dramática reestructuración industrial del último tercio del siglo XX, que ha dado lugar a la caída de la producción manufacturera, a una fragmentación del proceso de trabajo y a unas estrategias de abaratamiento o de flexibilidad de la producción. Estos cambios han tenido como consecuencia la disminución de la clase media, la aparición de la llamada infraclase dependiente de la Sociedad del Bienestar. Cambios de esta naturaleza están afectando en forma generalizada a las grandes ciudades, en un proceso en el que aún las estructuras urbanas más consolidadas, como las de las ciudades europeas, han comenzado a ceder. Como reconoce Dematteis, "con la periurbanización y la "ciudad difusa" los modelos de suburbanización de tipo latino–mediterráneo y de tipo anglosajón, que durante mucho tiempo han seguido caminos diferentes, tienden ahora a converger en un modelo único común a toda Europa de "ciudad sin centro" de estructura reticular, cuyos "nodos" (sistemas urbanos singulares) conservan y acentúan su identidad a través de procesos innovadores de competición y cooperación" (Dematteis, 1998). Constituye una reflexión sobre las naturalezas de los procesos de Suburbanización en las ciudades europeas a partir de las consideraciones de las distintas dinámicas de expansión urbana y descentralizada. Por que, como señala Dematteis (1998: 25), "actualmente los nuevos campos de externalidad no tienen ya una forma de área compacta, ni un radio tan limitado, sino que se configuran como retículas articuladas en centros y sistemas urbanos pequeños o grandes, en extensiones territoriales macrorregionales". La forma de la ciudad y el cambio en las relaciones que experimentan los ciudadanos a través de la historia, han estado relacionados directa o indirectamente con la evolución de sus sistemas de comunicación. Dichos sistemas han variado principalmente la relación espacio-tiempo, es decir que inciden en las decisiones de localización de las empresas y de las familias y estimuló el crecimiento del peri–urbano como lugar alternativo para la localización residencial y productiva ( De Mattos, 2002 ). Situación similar plantea por su parte ( Oriol Nel·lo 2004). Define a esta ciudad como una ciudad dispersa “La ciudad dispersa no es ciudad, porque la ciudad cuando se extiende por el territorio tiende a perder aquellas características que la hacen ciudad y que son la convivencia de usos y de personas. La separación de las dos cosas hace que el espacio se convierta en urbanización pero no en ciudad” mas que luchar – afirman – hay que controlar la dispersión. Porque la dispersión de la urbanización obedece a unos procesos de metropolitanización, Se amplía así el campo metropolitano de externalidades, favoreciendo la metropolitanización expandida (De Mattos, 1998) y la creación de nuevas centralidades en las áreas metropolitanas y eso tiene algunos aspectos positivos, por ejemplo, el salto de escala que nos permite competir con más fuerza y capacidad en el escenario internacional, y la relativa homogeneización de las dotaciones de servicios y puestos de trabajo. Pero por otro lado, este proceso tiene elementos negativos: el primero el consumo de espacio, la ocupación de suelo. El segundo es el impacto sobre la movilidad: cada vez la ciudad es más extensa y tiene más asentamientos dispersos y especializados y el resultado es que nos vemos obligados a movernos cada vez más por el territorio ( NEL-LO, Oriol & Francesc MUÑOZ ,2004). Fig. 5-6. En el cual explora los mecanismos y consecuencias de un proceso por el cual las ciudades pierden sus límites en relación a su territorio convirtiéndose en una realidad cada vez más fragmentada desde el punto de vista social administrativo. La Suburbanización ya no es un problema sólo de las ciudades americanas, sino también de las europeas y mediterráneas. El autor pone en discusión la supuesta disolución de la ciudad compacta tradicional europea en una ciudad dispersa y fragmentada. No habla de una obsolescencia de la ciudad compacta, ya que dice que su activo funcionamiento muestra lo contrario. Habla de un nuevo tipo de ciudad y no del fin de una o comienzo de otro tipo. Establece la aparición de un nuevo tipo de ciudad descentralizada coherente con los nuevos procesos sociales, económicos, tecnológicos y culturales (Monclus, 1998), establece que si se tratara de una extensión o ampliación de los sistemas de producción existentes, esto sería un problema de escala y si fuera el fin de un ciclo, las interpretaciones tenderían a enfatizar las novedades y rupturizar los viejos modelos urbanos. “Las innovaciones tecnológicas unidas a complejos cambios de carácter económico y social estarían dando como resultado una ruptura generalizada en las pautas de localización de… todos los elementos que componen las aglomeraciones urbanas”. (Soja, 2000; 149) en el contexto de una pérdida de la ciudad como punto fijo de referencia colectiva, memoria e identidad.
3- Cuestionamiento del Urbanismo y Aparición de la Utopía Tecnológica
Ante tal situación resulta imprescindible establecer bases teóricas sobre ciudad y NTIC enfatizando en aspectos de contexto histórico como es el cuestionamiento actual por el que atraviesa la disciplina del urbanismo y la aparición de la utopía tecnológica como característica esencial de la globalización. El primer aspecto está más relacionado con el discurso urbanístico tradicional, y se explica en la reflexión de la ciudad contemporánea como extensión de la ciudad industrial; mientras que el segundo tiene que ver con una discusión mucho más transversal que involucra no solo la ciudad sino a la sociedad, donde las NTIC proponen una nueva forma de interacción humana: menos física y más virtual.
Por primera vez en la historia del capitalismo los rápidos avances en la productividad afectan no sólo a las actividades manufactureras o a los transportes si no que alcanzan a un amplio conjunto de actividades terciarias radicadas muy a menudo en las grandes ciudades metropolitanas. Son ya muy abundantes las investigaciones que van dirigidas al estudio de la incidencia de las NTIC. Generalmente estos trabajos consideran como unidad de análisis el conjunto de una economía nacional. Por la naturaleza inmaterial de buena parte de dichas actividades, se presentan muy serias dificultades de medición a una escala inferior a la nacional y regional. Sin embargo la realidad muestra que buena parte de la producción de NTIC se realiza en ámbitos urbanos o metropolitanos. También se generan nuevas centralidades a partir de la desconcentración territorial y dispersión productiva de las empresas e industrias, desplegándose en el territorio intrametropolitano una red en forma de Hub & Networks, buscando mejorar su accesibilidad a las diferentes partes del mercado metropolitano. (De Mattos, 2002)
Esos cambios se refieren a la relación de la ciudad con el espacio y se reflejan en la concepción que el urbanismo va desarrollando en cada etapa, tratando de responder a todos los fenómenos que van apareciendo y que complejizan cada vez más las relaciones de las personas que habitan la ciudad. En este orden de cosas las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (NTIC) constituyen el núcleo central de una nueva revolución tecnológica. El rápido e intenso proceso de crecimiento económico que ha protagonizado la economía americana y una parte relevante de las economías occidentales a lo largo de la década de los noventa ha ido acompañado de un intenso crecimiento de la productividad. Y precisamente el desarrollo de las NTIC está en la base de este singular proceso económico basado en bits y no en átomos.
4- Conclusión
Queda claro que la concepción de un discurso urbanístico sobre ciudad y tecnologías de información y comunicación es una tarea que se encuentra en pleno proceso de construcción. Las teorías que hablan de la ciudad virtual o de la ciudad de los bits, para explicar una nueva espacialidad urbana ausente de toda mediación física, deben ser estudiadas más a profundidad, interpretadas y adaptadas a la realidad de los países en vía de desarrollo con el fin de dimensionar realmente los retos que ellas implican al urbanismo.
Por el momento, la idea del "urbanismo virtual" -aquél que tiene por reto intervenir más las apariencias de la realidad (simulacro) que el hecho físico en sí- debe asumirse con reservas debido a que no es muy claro cuáles son exactamente las reacciones espaciales de la ciudad ante una intervención que involucre a las NTIC. Se sabe que muchas actividades de la ciudad actual, la desarrollada y la subdesarrollada, están mediadas por las herramientas informáticas. Se sabe también que si éstas fallaran habría una especie de caos organizativo en la administración pública, pero lo que no se entiende muy bien es cómo las redes pueden generar otra morfología, por lo menos en los términos que hasta el momento se ha entendido el tema. Al respecto, es común encontrar en el discurso urbano referencias al tema morfológico, entendiéndolo exclusivamente como una cuestión física y si se quiere "graficable" o "dibujable" en términos de planos.
Para abordar la investigación de la Ciudad y las NTIC, pueden identificarse dos tipos de concepción morfológica que a su vez obedecen a la división entre ciudad física y ciudad virtual:
La primera se refiere a que la nueva forma de la ciudad contemporánea es de carácter policéntrico, en contraste con aquella visión canónica de la ciudad segregada y ordenada en torno a un solo centro. Sin embargo, esta concepción de varios centros dispersos por la ciudad no es respuesta directa y evidente al impacto de las NTIC. Ya desde mediados de los 70 se hablaba de los nuevos centros que se activaban gracias al uso del automóvil y otras formas de comunicación.
La segunda se involucra con el tema de las ciudades digitales, es decir con aquellos espacios de
Internet diseñados para que ocurra una suplantación directa del espacio físico de manera que la actividad humana ocurra en un no lugar o espacio virtual. Pero este tipo de morfología, si así le puede llamar, tampoco es satisfactoria ya que su incidencia es bastante baja: es claro que la ciudad no desaparecerá.
Entonces se plantea una especie de mezcla entre actividades físicas y no físicas que ocurren simultáneamente en la ciudad y que el habitante las asume tratando de acomodarse diariamente a ellas; de esta forma evita que una de las bases del urbanismo, la predicción de la movilidad, sea una tarea fácil. En este sentido, habría que rastrear tanto manifestaciones físicas como virtuales en la ciudad. En el primer caso se estaría hablando de encontrar en la periferia territorios autosuficientes, basados en la comunicación virtual, que sean testimonio de una independencia con respecto al centro tradicionalmente reconocido. En el segundo caso, se estaría hablando de identificar comunidades virtuales que se aglomeran y existen solo en el espacio de la red, y que gracias a su comunicación virtual alcanzan formas organizativas que tienen repercusión sobre las decisiones políticas de la ciudad.
5 – Referencias bibliográficas.
BORSDORF, Axel (2003) – “Como modelar el desarrollo y la dinámica de la ciudad latinoamericana”. EURE, Santiago, num. 86, mayo.
DEMATTEIS, Giuseppe (1998) - "Suburbanización y periurbanización. Ciudades anglosajonas y ciudades latinas". En Francisco Javier Monclus (Ed.), La ciudad dispersa. Barcelona, Centre de Cultura Contemporânia de Barcelona.
DE MATTOS, Carlos A. (2002) – "Redes, nodos e cidades: transformação da metrópole latino-americana". En Luiz César de Queiroz Ribeiro (org.), Metropoles. Entre a coesão e a fragmentação, a cooperação e o conflito. Rio de Janeiro, Editora Fundação Perseo Abramo. (Versión en castellano en Página Web del Curso (PWC))
MARCUSE, Peter y Ronald VAN KEMPEN (2000) – Globalizing Cities. A New Spatial Order? Blackwell Publishers, Great Britain. [Especialmente: Introducción y capítulo 12].
NEL-LO, Oriol & Francesc MUÑOZ (2004) – "El proceso de urbanización". En ROMERO, J. (Coord.), Geografía Humana. Barcelona: Editorial Ariel.
REMY, Jean (2001) – “Ville visible, ville invisible: un réseau aréolaire”. http://www.dau.%20uniroma1.it/eventiDAU%20/interventi_di_jean_remy.htm (Archivo en PWC).
SASSEN, Saskia (2003) – “Localizando ciudades en circuitos globales”. EURE, Santiago, núm. 88, diciembre
SOJA, Edward W. (2000) – Postmetropolis. Critical Studies of Cities and Regions. Oxford, UK, Blackwell Publishers.
FILM: Making Sence of Place. Phoenix: The Urban Dessert. Lincoln Institute of Land Policy.

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